Mujeres campesinas de la ribera del río Atuel en La Pampa, Argentina
Andrea Marina D’Atri, vive en Santa Rosa, La Pampa y saco estas fotografías entre los años 2018 y 2019.
Título: “Me quería ir, pero no pude”
Elsa Monzón en su puesto “Los tres hermanos”, cerca de un corral. Su casa se ubica a la orilla del Arroyo de La Barda, al noroeste de La Pampa (Argentina). Allí, el río Atuel escurre los meses más fríos del año como un hilo verdoso y tenue, sin ser apta para consumo humano ni animal, ya que es agua residual y rehuso producto de la canalización del cauce en la provincia de Mendoza.
Título: “El río maldito”
Rafaela Sepúlveda vive desde el año 1965 en su casa del puesto “Los tres amigos”, situada en el límite entre La Pampa y Mendoza. El río Atuel, a escasos veinte metros de su vivienda, genera en “Lita”, como la conocen sus vecinos, recuerdos de aguas malas: “cuando yo vine no existían todos esos bosques, era todo playa, le decimos bañados. Cuando el río maldito se derramó, trajo toda la semilla y se cubrió toda la orilla de tamarindos”.
Título: «Nacida y criada»
Epígrafe: Delia Badal tiene 85 años. Junto con sus nueve hermanos, nació y creció en la zona donde el río Atuel se une con el río Salado, al noroeste de La Pampa. Hoy, en su puesto “Los dos molinos”, vive con cuatro hijos, sigue criando chivas y espera que el agua, si llega desde Mendoza, “no entre a las casas”.
Título: “Un canal para el Atuel”
Liliana y Elena Zabala en su vivienda del puesto “El cañaveral de Zavala”, situado en la ribera del río Atuel. Viven de la cría de chivas. Sobre el agua y la posibilidad de que esta llegue desde Mendoza, dicen: “no estamos desconforme que venga el río, pero que lo canalicen, que el gobierno haga algo”.
Título: «Johana»
Johana Zúñiga, del puesto “El Chañaral”, junto a un jagüel que, a veces, queda encima del río Atuel. “Cuando siempre viene el agua se vienen los peces para acá; el otro verano cazamos como diez peces; la otra vez, cazamos un bagre”, dice.